En este uso de la IA no se trata de «copiar y pegar», de que responda las preguntas de un examen o desarrolle el texto completo para un trabajo de clase —que es justo en lo que se basa parte de la comunidad educativa para prohibir las herramientas de los centros educativos y universidades.
Además, no solo hablamos de lo que Chat GPT puede ayudar o mejorar el aprendizaje de los alumnos, sino que la herramienta también puede convertirse en un sistema de optimización del tiempo de los docentes, los cuales podrán utilizar el chatbot para crear las tareas más mecánicas de su trabajo diario, como pueden ser el planteamiento de ejercicios o unidades didácticas para clase, para así poder ellos dedicar más tiempo a buscar contenidos que favorezcan la reflexión y el pensamiento crítico del alumnado.
Dentro de muy poco, cuando se lance la nueva versión, Chat GPT4, al igual que ocurrió con el resto de IAs que generan imágenes inéditas en alta calidad como MidJourney o DALL-E, este pasará a ser de pago. Quizá sea el filtro natural que frene el uso masivo y convierta al chatbot en la herramienta imprescindible para todos los procesos de trabajo futuros.
Sin duda, debemos integrar los avances tecnológicos en los sistemas educativos adquiriendo nuevas fórmulas pedagógicas, pero para ello, como siempre, será necesaria la implicación de toda la comunidad educativa: formar al profesorado en la adquisición de estas nuevas competencias digitales para poder educar e instruir a los alumnos en el correcto uso de estas tecnologías.
¿Tenéis ganas de innovar? El reto está en nuestras manos.
Si queréis leer el artículo entero, haced clic aquí: https://encuentrosdykinson.com/chat-gpt-la-ayuda-de-la-ia-en-la-comunidad-educativa/