Estamos en pleno verano y, precisamente, las vacaciones son uno de los períodos del año en el que los menores tienen mucho más tiempo libre y, por ende, las familias entramos en 'shock' por todas las cuestiones que hoy día rodean a las pantallas y que se supone que debemos controlar: que no estén todo el día ‘enganchados’ a la consola, que no pasen horas y horas con el móvil, que puedan ver contenido inapropiado en Instagram o TikTok, que contacten con personas desconocidas por Discord, Omegle o Twitch…Vamos, ¡agotador!
Dependiendo de la familia, así será de intensivo el ‘control veraniego’ y, con él, el nivel de tensión y de enfados entre padres e hijos.
Hay padres que creen que la tecnología genera mucho estrés y dependencia en los menores (¡y mayores!) y por esta razón entienden que las vacaciones deben ser un tiempo de ‘desconexión total, para tener un verano totalmente analógico: bici, patines, cine de verano, piscina, juegos de mesa, etc. Otros, en cambio, apuestan más por el equilibrio entre el ocio saludable y el uso de las pantallas y no tienen problema en que, incluso en vacaciones, puedan jugar a videojuegos, usar el móvil para ver sus redes sociales, ver alguna serie o chatear con sus amigos y amigas.
Pero en lo que creo que todos los padres y madres estamos de acuerdo es en que queremos protegerles, especialmente en edades más tempranas, de todos aquellos contenidos inapropiados o riesgos que puedan encontrar en la red y que por su edad y, obviamente, falta de madurez y experiencia no sepan gestionar.
Y para ello es la propia tecnología la que se pone a nuestro servicio y nos facilita una serie de herramientas que nos pueden ayudar a desde poder filtrar todas aquellas webs que tienen contenidos para adultos hasta geolocalizar la posición de nuestros hijos. Son los llamados controles parentales.
Eso sí, lo que debemos tener claro es que el control parental como aplicación que es no tiene la capacidad de educar, sino que exclusivamente gestiona los dispositivos asociados, bloquea keywords, monitoriza y traquea, por ello, tenemos que ser las familias las que, con toda la información que nos brinda, luego podamos conversar y dialogar en casa y educar a nuestros hijos sobre ese entorno digital en el que están en su día a día.
Tenemos diferentes fórmulas y podemos elegir la que mejor se adapte a nuestra familia y/o a nuestros hijos:desde los filtros o limitaciones que podemos programar en el router de casa, los ajustes en los propios dispositivos que tienen los sistemas operativos (como Family Link), software que tiene funcionalidades de control parental, como muchos antivirus (Norton Family), controles parentales en tu navegador web, la consola o Smart TV, o aplicaciones externas para los dispositivos de los menores, con versión web para su configuración y monitorización.
De todas, podemos decir que, por el número de funcionalidades y características técnicas, una opción muy completa es la herramienta española Qustodio, que funciona en ordenadores, tablets y smartphones de cualquier sistema operativo.
Dentro de las acciones que presenta, destacan:
- Restringir el acceso a ciertos sitios web y conocer la actividad digital del menor (historial de navegación).
- Geolocalizar su posición y crear alertas.
- Censurar contenidos inapropiados y sitios web no apropiados para su edad (pornografía, webs de apuestas online, fomento de violencia u otras conductas peligrosas).
- Evitar que personas desconocidas contacten con ellos (Grooming).
- Limitar las horas de uso de plataformas digitales (redes sociales, chats online, etc.)
Foto Herramienta Qustodio
Podemos también encontrar acciones específicas como configurar la herramienta aplicación por aplicación, limitando el uso de estas o acceso a contenidos en Youtube, TikTok o Twitch, además de limitar el uso de cada dispositivo en franjas horarias o días de la semana.
Foto Herramienta Qustodio
Pero lo más importante que tendremos que tener siempre presente antes de instalar cualquier sistema de supervisión o control parental es que el objetivo no es espiar la actividad que hacen nuestros hijos en internet o redes sociales, ya que estas herramientas, ¡afortunadamente!, no nos permiten leer los mensajes de texto, SMS, whatsapp o mails que los menores intercambian en la red, tan solo nos dan la información de dónde están, por cuánto tiempo y cómo interactúan, para que, con esa información, nosotros podamos establecer la necesaria conversación con ellos…
Disfruta del verano con más o menos tecnología, pero siempre fomentando unos hábitos saludables en tus hijos. ¡Felices vacaciones!