Como ocurre casi siempre cuando se suceden diversos hechos, especialmente si son violentos y tienen a menores como protagonistas, comenzamos a buscar culpables que expliquen el por qué de estas situaciones tan irracionales. Y de esta forma, el uso de los videojuegos y si afectan o no negativamente a los menores ha vuelto a entrar a debate tanto en los medios de comunicación como en los hogares de nuestro país.
Ha habido una oleada de artículos, reportajes y declaraciones de expertos en medios de comunicación retomando, en la mayor parte de los casos, el cliché de que la violencia de los videojuegos es causa directa de los hechos que posteriormente llevan a cabo los menores, y de ahí la necesidad de erradicarlos o prohibirlos como ha hecho el gobierno chino.
Uno de los investigadores que más ha aportado en esta línea ha sido el Profesor y Psicólogo Clínico Chris Ferguson:
"El tema de si los videojuegos —violentos o no violentos— “dañan” a los niños y adolescentes sigue siendo un tema muy debatido en la comunidad científica, entre los políticos y el público en general.
En general, los resultados de 101 estudios sugieren que la influencia de los videojuegos en el aumento de la agresión (r = 0,06), la reducción del comportamiento prosocial (r= 0,04), la reducción del rendimiento académico (r = −0,01), los síntomas depresivos (r = 0,04) y los síntomas de déficit de atención (r = .03) son mínimos.
Y habla de problemas relacionados con los grados de libertad de los investigadores y el sesgo de publicación."
Censurar o prohibir no funciona, como ocurre en la mayoría de los ámbitos. La mejor terapia siempre será la Educación.
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